En este proyecto del grupo Amavir, que se caracteriza por ser personalizado, todo
el equipo acompaña y está volcado en el bienestar del residente, atendiendo las
necesidades de la persona, su felicidad y el calor de hogar
“Guiados por ti” es el nuevo modelo de atención asistencial del grupo de residencias Amavir que busca centrarse en la felicidad de las personas, permitiendo que sean los propios mayores los que orienten y guíen sus cuidados. Esta forma de atención se caracteriza porque es personalizada y todo el equipo acompaña y está volcado en el bienestar del residente y su calidad de vida. La base de ello es el respeto y la dignidad, pero también la búsqueda de su autonomía y participación, con el foco puesto
en potenciar sus capacidades y no mantener la mirada fija en sus limitaciones como adultos mayores.
Todo ello se lleva a cabo desde cuatro dimensiones: la física, la psicoespiritual, la ambiental y las relaciones interpersonales y familiares. Sagrario tiene 100 años y es una mujer activa y feliz que vive
en una residencia de Amavir que ya reconoce como su hogar. La atención de los especialistas se adapta a sus necesidades, a sus gustos, a su forma de ser y a su proyecto vital, sin distinción alguna entre ella y las personas que le cuidan. “Somos todos iguales”, enfatiza. Además, cuenta que se siente empoderada, pero acompañada, y que es libre de hacer lo que le ilusiona cuando le apetece, tal y como si estuviera en su casa y rodeada de sus seres queridos. Vamos, “como toda la vida”.
A Sagrario le gusta salir a pasear al aire libre y comer saludable. Le hace sentir plena atreverse con cosas diferentes todos los días, desde cocinar hasta cuidar animales, y es una persona sociable que se relaciona con mucha ilusión con sus hijos cuando organiza actividades con ellos en Amavir, con el resto de los residentes y, sobre todo, con su madrina. Sagrario y su cuidadora, elegida por ella misma,
comparten aficiones y cuenta que disfruta todavía más de sus actividades diarias al poder hacer lo que le apasiona acompañada.
De igual forma, otros residentes también lo hacen y pintan, cantan, bailan, tocan instrumentos, cocinan o juegan al ajedrez con sus padrinos o madrinas. En este sentido, la labor de los profesionales es bidireccional, no solo se centran en cumplir con el plan individualizado de cada uno de los usuarios de los centros, sino que su vocación y cariño hace que el especialista se convierta en un acompañante en el día a día del residente y que hace que se involucre en sus rutinas. “Son pequeñas cosas que rompen con la forma tradicional de cuidado en las residencias y refuerzan el sentimiento de hogar. Por ejemplo, no solo se celebran los cumpleaños de los residentes, sino que los trabajadores también disfrutan de su día junto a los usuarios”, indican desde Amavir.
Un vínculo muy especial entre personas de la residencia
Chaxiraxi Camacho, psicóloga de Amavir, afirma que al ser los propios mayores los que eligen a su madrina o padrino se logra un trato más personalizado y “se crea un vinculo muy especial entre el trabajador y el residente”. Algunas de las herramientas que utilizan en los centros de Amavir son la encuesta de felicidad con la que pueden saber lo que les gusta a los residentes, un diario de registro del equipo que refleja la reacción de los usuarios y una actividad muy especial y reflexiva: el cambio de roles. Esta última acción trata de hacer que haya un día en el que las personas mayores son las que cuidan a los miembros del equipo de Amavir, lo que refuerza la relación y aumenta la autoestima de
los residentes.
La finalidad de esta forma de atención, tal y como señala la auxiliar de enfermería Dolores González, es “que ellos sean los protagonistas de su propia historia y que nosotros seamos uno más entre ellos para formar una gran familia”. “Adoro mi trabajo. Todos seremos mayores y merecemos un futuro digno. Ser mayor y sentirte importante es parte de la felicidad”, señala Dolores.
La vocación de los profesionales por el proyecto es lo que da forma al bienestar de todas las personas de la residencia. Y así lo corrobora la centenaria Sagrario que cuenta cómo su madrina y cuidadora ya es“ un miembro más de mi familia y estamos todos como en casa”.
CPS-C01447/1/23-NA
Toda esta iniciativa familiar y hogareña en la atención de los mayores se refleja en seis residencias en Navarra.
En Pamplona, Amavir Argaray con 171 plazas y Amavir Oblatas con 173 plazas; Amavir Ibañeta, con capacidad para 50 plazas; Amavir Mutilva, con 185 plazas; Amavir Betelu, con 45 plazas; y el recién
inaugurado Amavir Valle de Egüés, en Sarriguren, con capacidad para 167 plazas. Asimismo, todos los centros cuentan con plazas concertadas con el Gobierno de Navarra.
AMAVIR RESIDENCIAS PARA MAYORES
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