ENTREVISTA CON FERNANDO DOMÍNGUEZ, CONSEJERO DE SALUD
¿Qué tal lleva el cambio de pasar de la tranquilidad de su reciente jubilación a volver a un departamento con tanta intensidad como es el de Salud?
Acepté volver a ser consejero por compromiso político y porque de verdad confío en que la salud de Navarra es excepcional y, aunque en los últimos años, por diversas causas, la percepción de la ciudadanía ha empeorado, puede recuperarse y volver a niveles de percepción anteriores. Para volver a ser consejero solo pedí dos cosas: poder formar mi equipo y suficiencia presupuestaria. Tengo el equipo y las ganas para conseguirlo y confío en que también voy a contar con el presupuesto suficiente para lograr hacer las cosas bien, siempre con diálogo y consenso con todas las partes, como objetivo principal.
¿Cuáles serían los pilares en los que quiere basar esta nueva etapa al frente del departamento de Salud? Las prioridades son claras desde el principio: reducción de las listas de espera, actualización de la ley de salud, transformación del modelo de Atención Primaria y recuperar el pulso del sistema perdido en la pandemia que no se ha recuperado del todo.
Las listas de espera son sin duda, el primer frente de batalla, su departamento ha anunciado medidas a corto, medio y largo plazo ¿en qué consisten?En el corto plazo ya están en marcha varias medidas que tanto en el mes de octubre como en el mes de noviembre ya están dando sus resultados. Al comienzo de la legislatura comenté que nuestro objetivo es reducirla en 1.000 personas al mes, siempre que se dieran todas las condiciones para ello. Y de momento llevamos dos meses superando esacifra, aunque sabemos que enero es un mes complicado tras las vacaciones de Navidad y los puentes. Seguimos trabajando a través de grupos técnicos, grupos de trabajo y optimizando todos los recursos. Confío en que todo el sistema está haciendo un gran esfuerzo y a los resultados me remito.
Usted señaló que las derivaciones a la sanidad privada van a continuar. ¿Es algo coyuntural, van a aumentar para bajar la espera o son inevitables?Dentro de las acciones a corto plazo es una de ellas, pero no la última. En primera instancia analizamos las agendas y la actividad ordinaria, si es correcta y se sigue necesitando aumentar la oferta, se organiza jornada extraordinaria. Si se puede contratar nuevos profesionales, también se contratan. Y, en última instancia, si estas medidas en el corto plazo no son suficientes, se deriva a la sanidad privada.
Ante una demanda sanitaria que sigue creciendo, usted cree que debe ponerse en valor la concienciación ciudadana para racionalizar el uso de la sanidad pública. ¿Qué se puede hacer al respecto?Sin duda. Siempre digo que la situación del sistema sanitario es responsabilidad de todos: de los gestores, de los profesionales y también de los usuarios. La pandemia ha distorsionado mucho el nivel de exigencia, el nivel de aguante de la población y también el humor, por qué no decirlo, pero no se hace un uso racional de los servicios públicos. Desde el departamento estamos organizando una campaña e información divulgativa sobre qué hacer en qué situaciones, cuál es el catálogo de servicios que hay a disposición de los usuarios, etc. Lo fácil en muchas ocasiones es ir a urgencias, aunque haya que esperar, pero las urgencias están para las urgencias y su mal uso lo paga todo el sistema y los pacientes que realmente necesitan atención urgente.
El futuro de la Atención Primaria concita también muchos de los esfuerzos de su departamento, donde tanto los profesionales como la ciudadanía señalan que es necesario hacer cambios profundosLa crisis en la que está inmersa la Atención Primaria no solo es en nuestra comunidad, es en todo el país. Y lo cierto es que nuestra situación en cuanto a número de profesionales sanitarios no es de las peores. Pero hay que redimensionarlo. Para mí la Primaria es la base sobre la que debe sustentarse un sistema público de salud, es la que sigue a los pacientes en todas las etapas de su vida y la que detecta sus necesidades más urgentes y menos prioritarias. Si la Primaria funciona, el paciente acude menos a Urgencias y otras especialidades, se puede prevenir para no requerir atención hospitalaria, la salud en general mejora y el gasto, el grado de satisfacción y la percepción, también. Por eso todo esfuerzo en mejorar su situación, siempre de la mano de los profesionales, va a ser una inversión.
Otra de las cuestiones que concitan las quejas de los ciudadanos son relativas a los cribados por parte de personal administrativo en los centros de salud, la saturación de las llamadas por teléfono en los centros de salud o incluso colas a primera hora en centros como Rotxapea o Buztintxuri…La accesibilidad al sistema es sin duda uno de los temas que hay que cambiar. Los administrativos hacen un trabajo excepcional, son personas que están cara al público en todo momento y a veces se enfrentan a situaciones complicadas. Pero son una parte esencial del sistema, como el resto de estamentos. Los usuarios se quejan de que les hacen muchas preguntas, pero no son en aras más que de darle la mejor solución a su problema. Quizá es una cuestión de enfoque y en vez de preguntar “¿qué le pasa?” deberíamos decir “¿qué necesita?”.
El presupuesto de 2024 que se aprobará este año un poco más tarde, incluirá algunas partidas relevantes en materia de salud, ¿enqué están pensando?Estamos ya concluyendo los presupuestos de 2024 y planes e ideas tenemos muchísimas pero los recursos son finitos y hay que pensar bien qué es más urgente, qué es prioritario, qué va a mejorar la atención sanitaria de todos los navarros y navarras.
¿Habrá prioridad para el centro de salud de Erripagaña tan demandado por el vecindario?Ya mantuve hace unos días una reunión con los vecinos, con otros consejeros y la presidenta. Trasladamos los tiempos que manejamos, los más optimistas y los más pesimistas, y en el mejor de los casos, si todo va bien, el centro estaría terminado para abril de 2027. El futuro Centro de Salud de Erripagaña contará con las habituales prestaciones de Atención Primaria, y además, se ha previsto que cuente con prestaciones a la Salud Sexual y Reproductiva (CASSYR). La superficie construida estimada total, para resolver los Planes Funcionales respectivos, es aproximadamente 3.600 m2, de los que el 75% corresponden al centro de atención primaria y el 25% al CASSYR.
En el pacto de Gobierno se señalan también aspectos de legislatura como la nueva Ley Foral de Salud que debe estar en marcha para justo dentro un año… ¿Qué novedades incluirá?Compartimos las bases sentadas en el documento acordado en la Comisión Especial de Salud que fue aprobado en comisión y más tarde en pleno en el mes de marzo. Lo suscribimos los partidos que conforman el Gobierno y servirá de Guía para que desde la Dirección General de Salud se establezca una nueva ley que esperamos tener lista para finales de 2024. La nueva Ley es deseable que cuente con un amplio consenso político, social, sindical y profesional, que permita establecer las bases de los cambios que necesita nuestro sistema público de salud. A grandes rasgos las principales cuestiones son garantizar la suficiencia presupuestaria para la sanidad navarra, revisar la naturaleza jurídica del Sistema Navarro de Salud para dotarlo de mayor autonomía, implementar nuevosmodelosdegestióndecarácter integrados, tanto a nivel asistencial como clínico, y garantizar la rendición de cuentas por parte de todos los servicios públicos. Es un plan ambicioso, pero muy necesario. Un esfuerzo que tenemos que hacer para tener una nueva ley de consenso, moderna, en el buen sentido de la palabra, y eficaz para garantizar una salud pública sostenible y eficiente en Navarra y poder seguir avanzando.
También poco antes del final de la legislatura pasada se dio un paso importante con la constitución de la nueva empresa de transporte sanitario. ¿Cuáles son los siguientes trámites que veremos al respecto por parte de su departamento?De momento ya tenemos conformado el Consejo de Administración y nombrado al gerente, comienza a trabajar oficialmente en el mes de diciembre. El proceso llevará varios meses pero ya hemos hablado con las partes involucradas para aclarar que estamos ya en ello, y que será una realidad lo antes posible.
En el ámbito interno del SNS-O, entidades como el Sindicato Médico siguen planteando profesionales médicos tras los problemas detectados en Zizur por ejemplo o en el Hospital de Estella, y otros colectivos como Satse plantean refuerzos de enfermería y fisioterapia…Los sindicatos defienden sus estamentos y están en su pleno derecho, pero desde la gestión hay que ver el panorama completo y, en función del dinero y los recursos disponibles, ver la prioridad. Sigo insistiendo en que en Atención Primaria no hay falta de profesionales, están mal distribuidos y ese es un trabajo que lleva tiempo y estamos analizando. En el caso de la Atención Hospitalaria sí que faltan recursos en algunas especialidades y están los servicios tan justos de personal que, ante cualquier adversidad de algunos de los profesionales, bien sea un esguince de tobillo, una gastroenteritis o un cáncer, se tambalea todo el servicio. En eso estamos trabajando, en intentar fijar las plantillas, intentar explotar lazonaúnicafuncionalparaalgunas cuestiones y demostrar que es lo mejor para el sistema y para los usuarios.