“Las medidas de control del aire son tan importantes como el saneamiento del agua para evitar enfermedades infecciosas”
El doctor José Luis del Pozo es director del Servicio de Microbiología y del Servicio de Enfermedades Infecciosas de la Clínica Universidad de Navarra. Recibe a Navarra+Médica en su despacho para conversar sobre algunas cuestiones de actualidad relacionadas con la prevención, diagnóstico y tratamiento de la infección por SARS-CoV-2, el virus de la Covid-19
-Usted y su equipo han publicado recientemente los resultados de un estudio que demuestra que las vacunas contra la Covid-19 han funcionado y que la protección incluso aumenta cuando se combina la inmunidad natural tras haber pasado la enfermedad ¿por qué es importante tener datos como estos ?
-Dr. José Luis del Pozo: previamente quiero hacer una reflexión general sobre un hito histórico en la medicina que no había ocurrido nunca antes, y es que en noviembre de 2019 nadie había oído hablar jamás del SARS-Cov-2 ni de la Covid-19. Tres años después tenemos varias vacunas efectivas contra la Covid-19, que han impactado directamente en la supervivencia de los pacientes y en la epidemiología de la pandemia. Esto no había pasado nunca antes con ninguna enfermedad. Esto refleja varias cosas: primero que la salud es un tema global y que si se pone el esfuerzo y el apoyo económico y la cooperación y colaboración entre agencias, instituciones sanitarias, la industria, etc. se pueden conseguir grandes avances en poco tiempo. Hay enfermedades en el mundo que no tienen ni vacunas, ni siquiera tratamiento. Por tanto, si invertimos en salud vamos a tener un buen retorno, y a día de hoy que la salud es global nos interesa mucho invertir en la salud de los países en vías de desarrollo.
Sobre la pregunta, estudios como éste son muy importantes porque así trabajamos los médicos basándose en la evidencia científica. Así, cualquier estudio con vacunas en vida real no dentro de un ensayo clínico, ofrece datos muy valiosos porque nos está diciendo cómo funcionan de verdad las vacunas ahora mismo en nuestra población. Con nuestros datos lo que hemos visto es que las vacunas funcionan-algo que ya sabíamos previamente en los ensayos clínicos- y que si estamos en la situación actual en gran parte es a las vacunas: hay muchos menos ingresos, menor mortalidad, menos complicaciones. Recuerdo que existen distintos tipos de vacunas: las de ARN mensajero y las que utilizan otros virus recombinantes. Ahora sabemos que cuando se combinan dos vacunas con un mecanismo de acción diferente generas una mejor inmunidad y sabemos incluso en qué orden debemos administrarlas, y también que la inmunidad híbrida, con pacientes que están vacunados y que posiblemente han pasado la infección es superior a la que generan las propias vacunas, y también muy superior a la que genera la infección per se. Es decir, a día de aunque hayamos pasado la infección esa inmunidad va a ser mucho mejor si uno combina la vacunación con la infección natural.
-Una de las grandes dudas era saber cuánto duraba la inmunidad tras la vacunación, ¿tienen ya datos concretos?
-La inmunidad tiene, digamos, como dos brazos, por un lado el número de anticuerpos, lo que se llama la inmunidad humoral. En la mayor parte de los procesos infecciosos los anticuerpos van cayendo a lo largo del tiempo y eso no supone que uno tenga que revacunarse de nuevo. Por eso hablamos del otro brazo, lo que llamamos la inmunidad celular, es decir si esa persona cuenta con linfocitos memoria que son capaces de volver a producir esos anticuerpos ante una nueva exposición al virus. Aquí nuestro estudio nos demuestra que estas vacunas contra la Covid-19 generan una buena inmunidad celular.
-Sobre la nueva generación de vacunas, ¿ve necesario vacunarse para prevenir nuevas oleadas?
-En estos momentos contamos con la suerte de que tenemos los datos sobre la cuarta vacuna en Israel, y de otros sitios. La cuarta dosis incluye por primera vez las nuevas variantes, y subvariantes de ómicron, lo que es una ventaja añadida. Así, ya hemos visto que en población de riesgo la administración de estas vacunas vuelven a disminuir la posibilidad de ingreso, de muerte y de complicaciones asociadas. Creo que para personas que tengan riesgo claramente está indicada esta cuarta dosis de vacuna. En relación a la población general, ya veremos qué pasa en el futuro porque depende de cómo evolucione ómicron y otras variantes de interés.
“No tiene sentido ahora aplicar medidas de restricción generales para todos, lo que debe primar es la responsabilidad individual para evitar enfermedades”
-¿Cómo cree que va a ser este invierno donde va a convivir el SARS-Cov-2 con otros virus estacionales como la gripe?
-Antes del Covid, la gripe saturaba el sistema sanitario español en los meses de invierno, con aumento de ingresos, mortalidad de gente mayor, bloqueo de la primaria, etc. En febrero o marzo desaparecía esto. En el año 2020 no hubo gripe por las medidas de restricciones, y el año pasado hubo mucha menos gripe que otros años. Este invierno nadie sabe que va a pasar con certeza pero si vemos lo que ha ocurrido en el hemisferio sur ha sido terrible en cuanto a pacientes afectados, gravedad de los pacientes y ha generado una mortalidad no desdeñable. Aquí es posible que lleguemos a eso porque las medidas de restricción ya no existen, y porque es previsible que circulen juntos la Covid, la gripe y otros virus respiratorios como el VRS, que en niños pueden causar patología severa. Este año personalmente creo que va a ser un invierno especialmente difícil sobre todo para la gente mayor y para la gente con alguna patología de base que puedan tener problemas si se infectan con el virus de la gripe y el SARS-Cov-2. Por eso era tan importante que la población se vacunase, no solo de la Covid, sino también de la gripe.
“Si estamos en la situación actual de la pandemia es en gran parte gracias a que las vacunas funcionan”
-¿Le preocupa la mayor interacción social que se prevé para esta Navidad?
-Estamos en un momento de pandemia que no tiene nada que ver con lo que teníamos hace un año o dos. No vale el café para todos, por eso medidas de restricción generales para todos no tiene sentido aplicarlas. Lo que debe primar es la responsabilidad individual.
-¿Debemos seguir haciéndonos test de antígenos antes de entrar en reuniones sociales?
-Creo que no es necesario hacernos un test de antígenos tal y como está la situación epidemiológica. Hay que individualizar muy bien las medidas sociales: por ejemplo, si tengo un catarro, o estoy constipado y preveo que hay gente vulnerable en esa reunión, pues mejor no ir. También las personas vulnerables si van a estar en un contexto con más gente deberían protegerse para evitar una posible infección.
-¿Con respecto a las nuevas variantes y subvariantes de la Covid considera que hay motivo de preocupación?
– Que conozcamos casi en tiempo real cuáles son las nuevas variante y subvariantes es un avance bestial. Hay variables de preocupación como las XE, que son combinación de variantes previas que la OMS las califica como tales bien porque se transmiten con más facilidad o porque escapan a la respuesta de inmunidad, o bien porque son más agresivas que las variantes anteriores, o porque conllevan mayor resistencia a fármacos. Son variantes y subvariantes a vigilar, aunque esto puede cambiar este invierno.
-Durante la pandemia se ha hablado mucho de la prevención de enfermedades a través de medidas de control del aire, como ahora el del agua, pero muchas de las medidas como filtros HEPA, etc. han ido quedando diluidas, ¿cree que en estos asuntos nos hemos olvidado ya de la pandemia?
-Durante la pandemia hemos aprendido muchas cosas, pero hemos tenido un montón de oportunidades de mejorar cosas que no se han resuelto. Nos hemos dado de que nuestro sistema sanitario no es perfecto para atender este tipo de pandemias. No hemos sido capaces de aprender que después de esta pandemia va a venir otra, seguro. O utilizamos el tiempo inter pandemias en mejorar nuestro sistema sanitario-a múltiples niveles- o no habremos aprendido nada de esta pandemia. Como decía antes, tampoco hemos aprendido que la salud es un tema global, deberíamos ahora estar vacunando a países en vías de desarrollo, porque en África hay países que tienen una tasa de vacunación muy baja.
Aprendimos hace mucho tiempo que las enfermedades que se transmiten por el agua como la poliomielitis se controlan haciendo el saneamiento de las aguas. A nadie se le ocurre, por ejemplo, que en España sigamos bebiendo agua no potable.Sin embargo, parece que no nos hemos dado cuenta que las medidas de control del aire son tan importantes como las medidas de control del agua para evitar enfermedades infecciosas. Recordamos todas aquellas medidas de control del aire en espacios cerrados con partículas de carbono, con filtros HEPA, etc. de las que se habló en su momento y que han quedado en nada y son medidas que sí deberíamos estar aplicándolas ahora, especialmente en los sitios públicos donde hay mucha gente.
-En el haber de la pandemia, lo ha dicho Ud. al principio de la entrevista, queda el papel de la investigación sanitaria…
-El éxito de la investigación ha sido el dedicar recursos, porque siempre obtienes resultados. Esto en España no pasaba, y de hecho hay muchos investigadores que se tienen que marchar. Esto es una pena porque a veces se dedican cantidades ingentes de dinero a otras cosas y a este tipo de cosas que generan resultados muy rápidos y que impactan, no solamente en salud, sino en economía. La pena es que ya estamos empezando a ver cómo se ha dejado de invertir en muchas cosas que son necesarias no sólo en investigación sino también en recursos sanitarios.
-Ahí está la cuestión de la falta de especialización médica en determinados campos que durante la pandemia han sido importantes como las enfermedades infecciosas o la de urgencias
-Es muy llamativo que en España no exista la especialidad de enfermedades infecciosas. Un médico que quiere dedicarse a ser infectólogo como es mi caso, se tiene que marchar fuera tres años (en mi caso a EEUU) para adquirir formación y poder dedicarse a esto a la vuelta. Llevamos un montón de años intentando ponerla en marcha, pero por diversas cuestiones a día de hoy no es posible. Paradójicamente España es uno de los países del mundo con mayor potencial en enfermedades infecciosas porque mejores investigaciones en enfermedades infecciosas se hacen, y contamos con más profesionales e incluso más hospitales tienen unidades de enfermedades infecciosas. Y no solo esto, en el futuro los que ahora nos dedicamos a ello en algún momento nos jubilaremos y no habrá recambio. Pasa lo mismo con la especialidad de urgencias; parece mentira que después de haber vivido la pandemia, resulta que no hay ni especialistas en urgencias ni en infecciosas, en ambos casos por cuestiones ajenas a la medicina.
-Existen tres antivirales que impactan contra el virus SARS-Cov-2 ¿que ha pasado con ellos?
-Así es, tenemos fármacos activos contra el SARS-Cov-2, esos antivirales y anticuerpos monoclonales frente a las variantes, y habiendo reserva estratégica de estos fármacos es dificilísimo poder prescribirles estos tratamientos a los pacientes. Sin embargo, a día de hoy estos tratamientos no se están dando porque es muy difícil acceder a ellos, son complejos de utilizar, y hay que hacer demasiado trámites para prescribirlos.
-Y la pandemia que aunque nos parece cosa del pasado sigue presente con pacientes de Covid-19 que sufren efectos a largo plazo, la long Covid
-Una de cada tres personas que han pasado Covid tienen algún síntoma residual que en algunos casos le puede impactar en su vida cotidiana y esto ocurre muy frecuentemente en gente joven. Personas que pasaron inicialmente una Covid leve, sin requerir ingreso hospitalario. Hay miles de personas con síntomas residuales que no pueden hacer su vida normal y que van a ser en un futuro cercano una mayor carga para la atención primaria, por ejemplo. Por eso, se ha demostrado que la vacunación previene y protege de tener covid y como consecuencia un long covid.